Estos fármacos se utilizan para combatir los cuadros asociados a las depresiones, mejoran el ánimo e incluso ayudan a conciliar el sueño o luchar contra determinados dolores.
Los diagnósticos cada vez más precisos, la mayor aceptación social de la depresión como una enfermedad más y el aumento de los transtornos de este tipo son las principales causas que explican el incremento de recetas. «Cuando las cosas vienen mal, nos caemos; no estamos educados para afrontar los problemas y eso genera individuos débiles», explica la psicóloga Cristina Equiza.
El aumento en la venta de antidepresivos está relacionado también con la escasa atención personal que ofrece la Seguridad Social, que suele recurrir a la terapia a través de medicamentos con excesiva frecuencia.
«Muchos cuadros podrían mejorar con más dedicación y tiempo, a través de psicoterapias», añade el psiquiatra Javier Lacruz.
Cada vez más mujeres
El incremento de casos de depresión se ha registrado de forma especial entre las mujeres de 30 a 50 años. La difícil combinación de su incorporación al mundo laboral y las tareas que asumen en el hogar son algunas de las causas que explican este hecho, según los expertos consultados. El mayor riesgo de los antidepresivos proviene de la automedicación, ya que pueden provocar importantes daños si se toman sin control médico.
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